Cuando vamos a saludar a alguien que sale del aseo... ¿quién nos garantiza que esas gotitas sospechosas que caen de sus manos no son la huella inequívoca de que ha pasado directamente a la calle tras la manipulación necesaria de su "aparato", sin el paso previo y obligatorio por el lavabo?... Desgraciadamente, el porcentaje
comprobado de personas que no utilizan el lavabo es muy elevado y de esto no se libran ni los más trajeados. Con esta situación, hay que plantearse si estrechar algunas manos es una acción inocente o conlleva un alto riesgo de "contaminación"... Desde aquí reclamo una urgente campaña de MANOS LIMPIAS!!!
Amigo AMILCAR, zancocheando en el blog, he borrado accidentalmente tu entrada... Si la quieres volver a incluir, te lo agradecería. GRACIAS. Un saludo
ResponderEliminarAgradezco tu interés; yo borré la primera porque no me había quedado bien ¡¡y tú borraste las dos!! Mu lograo, para ese viaje no hacían falta alforjas Jajajajajajaja. En serio, no tiene importancia, lo principal es mantener este hilo de comunicación aunque a veces nos gaste jugarretas.
EliminarY ese pomo de las puertas de los baños de los bares, el placer que da tocarlo...
ResponderEliminarYo hace tiempo que no abro los pomos de las puertas de los baños "a pelo"... Un pañuelo de papel es de gran ayuda.
EliminarPor cierto, un comentario técnico: las flechas visuales ayudan a comprender la línea de pensamiento de la mujer, pero podría haber soluciones que evitaran añadir elementos inexistentes: la propia mujer señalando escandalizada, juegos de sombras y realces, o directamente confiar en la inteligencia del lector. Prueba a quitar las flechas y nos cuentas qué crees que le falta.
ResponderEliminarUn abrazo
Voy a jugar con las soluciones que propones. Si doy con alguna que me guste, sustituiré la ilustración. GRACIAS
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