Extracto de una ilustración del libro "¡Zaragoza no se rinde!" (En preparación)
El seminario de San Carlos (ubicado en el Coso Bajo) era utilizado para almacenar pólvora que posteriormente se transportaba hasta el convento de San Agustín donde, de manera artesanal, los monjes preparaban los cartuchos que se suministraban a los defensores de Zaragoza. Al mediodía del 27 de Junio de 1808, durante uno de los innumerables traslados, un desgraciado accidente, unido a la imprudencia y falta de medidas de seguridad de quienes manipulaban la pólvora produjo una enorme explosión que destruyó el seminario prácticamente en su totalidad...
Pobre burro, vaya susto se ha llevado... Aunque me temo que lo del porteador es peor. La próxima vez que vaya a manipular pólvora, seguro que no se pone alpargatas.
ResponderEliminarMofa aparte, me encanta el juego de luces y sombras de la ilustración principal.
Ya ves cómo eran las normas de seguridad en 1808... alpargatas, cigarrillo... manipulaban pólvora como el que manipula harina, azúcar o cosas similares.
EliminarLa foto de la explosión,captada en su momento cumbre.
ResponderEliminarUn segundo despues, el burro desaparece.
P.D. ¿Los burros no tienen cuatro patas?
El Espítitu, VI-PAR
Los burros y otros bichos suelen perder alguna pata (como mínimo), en explosiones especialmente brutales... pero no es este el caso: la pata que te falta está oculta por el cuerpo del burro, que ha tenido que hacer un forzado escorzo a causa de la explosión.
Eliminar¡Genial!. Sabía que el seminario se destruyó durante Los Sitios, pero no conocía los detalles que tú aportas.
ResponderEliminar¿Cuándo estará disponible el libro?
Los detalles sobre la causa de la explosión están basados en la documentación de la que dispongo y que consulto antes de realizar las ilustraciones, aunque yo siempre aporto algo de mi cosecha.
EliminarEl objetivo es que el libro se publique en la segunda mitad del año próximo 2013. El 13 de Julio de ese año se conmemora el 200 aniversario de la salida definitiva de los franceses de Zaragoza (con la consiguiente voladura de unos de los ojos del Puente de Piedra) y podría ser un buen momento para la presentación del libro.