Cuando yo era pequeñito, nos enseñaban una serie de normas de urbanidad que eran la base de una buena convivencia. En los últimos tiempos, parece que estas normas básicas y elementales se han olvidado y es habitual encontrarse con situaciones muy pintorescas (por llamarles de alguna manera suave). Comienzo hoy una serie de dibujos dedicados a estas situaciones, que no estaría de más tratar de evitar...
Una persona se aproxima hacia nosotros en la calle. De repente, abre sus enormes fauces cual si de una leona aburrida se tratara y un primer plano de sus amígdalas, enmarcadas en su desigual dentadura, ocupan nuestro campo de visión. Si hubiera colocado la palma de la mano sobre su boca, nos habría ahorrado esa incursión involuntaria en su intimidad bucal.
Hay una variedad todavía más molesta: cuando el bostezo se produce en el autobús y nos encontramos muy próximos al autor... ¡podemos sufrir, además, su mal aliento!
Hay una variedad todavía más molesta: cuando el bostezo se produce en el autobús y nos encontramos muy próximos al autor... ¡podemos sufrir, además, su mal aliento!
Y ese primer plano odontológico digno del historial forense del un serial televisivo.
ResponderEliminarY esa vulnerabilidad manifiesta, signo de la falta de amenazas en el entorno y la (engañosa) seguridad en que se cree el sujeto bostezante, acostumbrado a vivir en una sociedad aburrida donde los virus no dudarán en cruzar semejante portón para hacer su agosto en diciembre (y donde, en un entorno menos seguro, el momento de bostezo galopante sería aprovechado por un amigo de lo ajeno o por un sujeto de armas tomar para dejar al bostezante más descompuesto que antes del bostezo).
Y esa herencia cultural islámica en la que lo escatológico es muestra de elogio.
No es falta de educación, es un cambio de educación radical que nos empuja hacia nuestros orígenes. Pronto echaremos la basura por la ventana, como en Italia en año nuevo.
Tienes razón: es un cambio de educación radical... pero, desgraciadamente, en el sentido equivocado. Estamos viendo como habitual lo que debería ser una rara excepción.
EliminarJavier, si lo tienes a bien, pásate por mi blog, te envían un saludo.
ResponderEliminarEs increíble, lo pequeño que es el mundo y las casualidades a las que nos enfrentamos cada día. ¿Será verdad eso de que la relación entre dos personas cualesquiera está a solo 6 niveles?...
Eliminar